Muchos autores han coincidido en considerar el suicidio como toda muerte que resulta, mediata o inmediatamente, de un acto positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo que debía producir ese resultado, es decir, “habría suicidio cuando la víctima, en el momento en que realiza la acción, sabe con toda certeza lo que va a resultar de ésta”. Sumado esto al aumento importante en las tasas de suicidio en los últimos años se hace perentorio trabajar en la socialización de esta problemática como una forma de aportar en la prevención de ella.

Conocer acerca de este tema, con las complejidades que conlleva y teniendo claro los mitos y realidades que implica, debiera ser una forma de tener una mirada más clara y objetiva frente a este tipo de situaciones.