Director de la cátedra UNESCO dictó clase magistral a alumnos de la UBO
La inclusión en la educación superior es hoy una realidad en más de 30 casas de estudios de nuestro país, iniciativa que dio origen, hace ya diez años, a la Cátedra UNESCO de Inclusión en la Educación Superior, en la Universidad de Santiago.
La premisa de los pioneros en este programa fue que los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres y en todas las etnias. Con el tiempo esto llegó a transformarse en una política pública en Chile, el PACE (Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior) que busca restituir el derecho de ingresar a la educación superior y a la técnico-profesional a estudiantes de sectores vulnerables.
Uno de sus gestores y director de la Cátedra UNESCO, Francisco Gil, realizó en la UBO la clase magistral, “Incidencia de las universidades en las políticas públicas” donde explicó cómo la academia ha logrado influenciar a los gobiernos en esta materia.
En la oportunidad el profesor hizo un recorrido con los alumnos de educación de la UBO en todo este proceso que no fue fácil, según señaló. “Comenzamos desde abajo y no tuvimos temor a equivocarnos porque teníamos claro que nuestros talentos académicos están distribuidos entre ricos y pobres, entre todas las culturas, mujeres y hombres”.
Agregó que, “en todos los colegios asisten alumnos que tienen un talento especial para los estudios superiores, nosotros nos negamos a creer que exista un colegio donde no haya ningún estudiante que tenga una motivación, facilidades, gusto por el estudio y la lectura superior al medio nacional y que si entra a la universidad se va a titular”.
Finalmente, el académico reveló que este programa y sus ideas han sido exportado a Argentina, Colombia, Guatemala, Sudáfrica y en Mozambique.